Día Internacional de los Museos
La consigna del ICOM sobre «El futuro de los museos en comunidades en constante cambio» plantea un reto profundo, especialmente para aquellos museos que resguardan no solo objetos, sino símbolos vivos de identidad, espiritualidad y resistencia cultural.
El Museo Sacro de Caracas, no es simplemente un espacio de exhibición: es un territorio de memoria espiritual, de silencios coloniales y de tensiones aún vigentes. Su colección de arte religioso, reliquias y liturgias es testimonio de una historia compleja, donde la devoción y la imposición colonial se entrelazan. Frente al llamado del ICOM, este museo —y otros de su tipo— deben repensar su rol más allá de la conservación:
🔴 ¿Cómo pueden dialogar con las comunidades que cambian constantemente no solamente en su papel ideológico, sino también desde la política, economía y la moral?
En comunidades que cambian no solo por el paso del tiempo sino por desplazamientos forzados, pérdida de fe institucional y reconstrucciones del tejido social desde lo informal, el museo sacro tiene una oportunidad crítica: transformarse en un espacio de acogida simbólica, un refugio de sentido y también un lugar de cuestionamiento. Para ello, debe involucrarse en las preguntas contemporáneas sobre justicia, memoria y espiritualidad desde lo popular.
El reto no es menor. La museología sacra en Venezuela ha estado históricamente ligada a estructuras jerárquicas, a veces ajenas a los lenguajes vivos de las comunidades creyentes. El futuro exige descentralizar la voz curatorial, abrir los archivos, activar los objetos desde la vida cotidiana de quienes aún ven en lo sagrado una forma de resistencia o consuelo.

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🔴 ¿Estás de acuerdo con éstos nuevos diálogos de/para las comunidades desde el Museo Sacro de Caracas?
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